¿Has experimentado el amor a primera vista? Ese momento en el que te cruzas con alguien, sus miradas se encuentran y sientes una conexión instantánea. Tal vez sea en una fiesta, en una cita a ciegas o simplemente al toparse en el autobús. Pero en medio de la euforia, hay algo que no podemos pasar por alto: la conversación sobre salud sexual.
Cuando ese flechazo se aparece en tu vida, tal vez en lo último que piensas es en hablar de temas como infecciones de transmisión sexual (ITS), VIH y consentimiento, pero es importante hacerlo. Cuando el amor surge a primera vista, la confianza y el cuidado mutuo también deberían hacerlo.
Rompe el hielo sin romper la magia
El mayor obstáculo para hablar sobre salud sexual en los primeros encuentros es el miedo a “arruinar el momento” o a parecer demasiado solemne. ¡Pero no te preocupes! Hay formas más naturales de tocar el tema sin hacer que la magia se desvanezca. Después de todo, la sexualidad es algo que deberíamos tratar cada vez con más apertura.
Una buena estrategia es integrar el tema en la conversación de manera casual y con humor. Por ejemplo, si la plática ya va en camino a la intimidad, puedes decir algo como: “Oye, esto va muy bien, pero antes de que suba la temperatura, ¿tú cómo te cuidas?” o “Si vamos a escribir una gran historia esta noche, que sea con toda la seguridad del mundo, ¿cómo ves?”.
Otra opción es hacer que la protección sea parte del juego. Los condones, el lubricante y otros métodos de prevención no son sólo una medida de seguridad, sino una muestra de responsabilidad y madurez. Saca el condón con confianza y deja claro que siempre tienes disposición para la acción segura.
ITS y VIH: Información clara sin dramas
Cuando se trata de ITS y VIH, la clave es hablar sin alarmismo, pero con información concreta. Muchas personas aún creen que hablar de estos temas implica desconfianza o que “mata la pasión”, cuando en realidad es una forma de demostrar respeto y cuidado por la otra persona.
Para abordar el tema de forma relajada, puedes probar con estas sugerencias:
- “Por cierto, hace poco me hice mis pruebas de ITS. Todo bien, pero siempre es bueno saberlo, ¿tú qué tal?”.
- “Ya que estamos en esto, ¿qué métodos de protección te gusta usar?”
- “La seguridad también es sexy, ¿qué te parece si nos aseguramos de que estamos en sintonía con esto?”
Las ITS son comunes y muchas de ellas pueden prevenirse o tratarse. De hecho, incluir la PrEP (profilaxis preexposición) al VIH en la conversación puede ser una gran manera de demostrar que la prevención va más allá de solo usar condón.
Explicar que existen opciones como la PrEP para reducir el riesgo de VIH o que hay pruebas rápidas gratuitas en muchos lugares puede hacer que la charla fluya de manera positiva.
Si la otra persona se muestra incómoda o evita el tema, no lo tomes a mal. Aún hay mucho estigma y desinformación en torno a la salud sexual, por lo que abrir la conversación con paciencia y empatía es importante.
El consentimiento es el lenguaje del amor
El consentimiento no solo es un requisito básico en cualquier práctica sexual, también puedes convertirlo en un elemento sensual y emocionante. En lugar de verlo como un trámite, hay que integrarlo como parte de la conexión. Aunque en el amor a primera vista sea evidente que la atracción es mutua, no hay que dar nada por hecho.
Preguntar “¿Te gusta esto?” o “¿Quieres que siga?” no son sólo frases cliché, sino que deberían ayudar a mejorar la experiencia al saber exactamente lo que la otra persona desea. Además, verbalizar el consentimiento puede hacer que el encuentro sea más placentero y sin incertidumbres.
Si la química es fuerte y el deseo está en el aire, asegurarte de que ambos están en la misma sintonía no hará que la chispa desaparezca; al contrario, la reforzará. Demostrar interés por el placer de la otra persona es totalmente sexy.
Seguridad a primera vista
Hablar de salud sexual desde el primer momento no significa arruinar la magia del “amor a primera vista”, sino enriquecer la conexión con confianza y seguridad. Transformar estos temas en conversaciones naturales y sin tabúes nos permite disfrutar más y preocuparnos menos.
El verdadero romance no solo se trata de la atracción inmediata, sino de la capacidad de construir un espacio donde el placer y el bienestar vayan de la mano. Así que la próxima vez que sientas que la química está en el aire, no olvides agregarle un toque de responsabilidad: porque el mejor amor es aquel que nos hace sentir bien en todos los sentidos.
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