El Día de Muertos es una celebración emblemática donde recordamos a quienes ya no están con nosotros, haciendo un homenaje a su vida y el tiempo que compartimos. Pero más allá de la nostalgia, también es un festejo lleno de simbolismos que nos hace reflexionar sobre la vida y cómo podemos disfrutarla, aprovecharla y cuidarla.
El VIH y su relación con la muerte
Durante varias décadas, en la Ciudad de México se colocaron ofrendas cada año, en memoria de las personas que fallecieron a causa del VIH. Hay que recordar que los primeros años de esta pandemia fueron muy duros, pues no existían los tratamientos y al deterioro físico había que sumarle la discriminación, que llevó a que muchas personas con VIH fueran excluidas de sus familias o de sus comunidades.
Hoy en día el panorama es muy distinto, afortunadamente. Los tratamientos antirretrovirales están disponibles de forma gratuita desde 2003, y los avances médicos nos han enseñado que, cuando se logra una carga viral indetectable, es imposible transmitir el virus a otras personas a través del contacto sexual. Esto significa que el tratamiento no solo salva la vida de quien vive con el VIH, sino que también protege otras vidas.
Muchas veces el VIH fue conocido como una “sentencia de muerte”, hoy ya no tiene por qué serlo. Con la atención médica adecuada es posible vivir una vida plena y saludable, y compartir esta información con la mayor cantidad de gente posible es derribar poco a poco los mitos que originan la discriminación.
Día de Muertos para recordar y para tomar acción
En una festividad tan importante como el Día de Muertos, honrar la vida significa vivir de la manera más plena y consciente posible. Uno de los ámbitos donde la vida más se disfruta es en el aspecto sexual, y para enaltecer ese compromiso con tu propia vida puedes empezar por usar condones en todas las prácticas que elijas probar.
Recuerda que el sexo siempre debe ser consensuado, entre personas que tengan capacidad plena para decidir y sin generar algún daño a la integridad de los involucrados. Si cumple con estas características, cualquier cosa que decidas hacer es válida y es una decisión personal, que idealmente debería incluir el condón en el evento.
Otra medida de autocuidado es hacerte la prueba de detección del VIH. Esto porque el diagnóstico temprano es fundamental para detener el avance del virus. Aunque puede ser que estés evitando la prueba por miedo o desinformación, la realidad es que hacerla te brinda importantes beneficios: conocer tu estatus de VIH es más sencillo y rápido que nunca, y permite que recibas el tratamiento a tiempo, si es el caso.
Aunque el VIH se haga presente, ¡tu vida sigue!
Si llegas a recibir un diagnóstico de VIH, este no significa el final. Gracias a los tratamientos antirretrovirales, las personas con el virus pueden llevar una vida saludable y sin complicaciones. El tratamiento permite que tu sistema inmunológico se mantenga fuerte y esto hace posible seguir trabajando, amando y soñando como cualquier otra persona.
En lugar de ver al VIH como una amenaza fatal, deberíamos verlo como una condición perfectamente controlable. Con información, prevención y tratamiento, el VIH deja de ser un motivo para encender más velas en el altar de muertos, y se convierte en una oportunidad para seguir viviendo y recordando que el autocuidado es el mejor homenaje que podemos rendir a la vida.
El Día de Muertos nos invita a recordar, pero también a seguir adelante. Recuerda que para proteger tu salud, en AHF México te respaldamos. Hacemos pruebas gratuitas de VIH y otras infecciones de transmisión sexual; también tenemos condones gratis. Solo acércate a nuestras oficinas o escríbenos por WhatsApp y haz tu cita ya.