Vivir con VIH no se limita a seguir un tratamiento médico, es un compromiso con tu bienestar integral. Este 2025 es una oportunidad para comenzar a potenciar tu salud física, mental y emocional, construyendo una rutina que te permita disfrutar de una vida plena.

Si no sabes por dónde empezar, aquí exploramos algunas prácticas esenciales de autocuidado que van más allá del tratamiento antirretroviral.

Las bases del bienestar si vives con VIH

La buena adherencia al tratamiento antirretroviral es la base para mantener una buena salud, pero el autocuidado no se queda ahí. Puedes organizar un horario fijo para tomar tus medicamentos y complementar este hábito con rutinas que fortalezcan tu sistema inmunológico, como una alimentación equilibrada y una rutina de ejercicio que se adapte a tus necesidades y preferencias.

La alimentación no solamente nutre el cuerpo, sino que también puede influir en la eficacia del tratamiento. Incorporar frutas, verduras y alimentos ricos en fibra a tu dieta te traerá grandes beneficios. Es igual de importante limitar los alimentos ultraprocesados y buscar opciones naturales que te ayuden a mantener una buena salud digestiva y energía sostenida a lo largo del día.

El ejercicio regular es un aliado del sistema inmunológico y un gran apoyo para liberar el estrés. No necesitas un gimnasio para mantener tu actividad física: caminar, practicar yoga, bailar o hacer estiramientos en casa son opciones accesibles que ayudan a mejorar tu estado físico y emocional.

Tu mente merece el mejor cuidado

Vivir con VIH, sobre todo si tu diagnóstico es reciente, puede traer desafíos emocionales y sociales. Este año, haz un espacio en tu rutina para cuidar tu salud mental. Puedes empezar a asistir a una terapia psicológica, participar en grupos de apoyo mutuo o realizar actividades que te generen alegría y conexión. Recuerda que el autocuidado emocional es tan importante como el físico.

El sueño también es un elemento esencial del autocuidado. Establece horarios regulares para dormir, crea un ambiente relajante en tu recámara y evita utilizar dispositivos electrónicos antes de acostarte. Dormir bien ayuda a tu cuerpo a recuperarse del desgaste de todos los días y fortalece tu salud.

La salud mental también mejora con la interacción social. Rodéate de personas que te brinden apoyo y comprensión. Asimismo, participar en comunidades o grupos específicos para personas que viven con VIH puede ser una forma de compartir experiencias y aprender de los demás. La conexión con otros fortalece el sentido de pertenencia y reduce el aislamiento.

Prevenir antes que lamentar

No descuides tus consultas médicas regulares. Además de monitorear tu carga viral, es importante que te hagan chequeos generales para prevenir otros problemas de salud. Aprovecha estas citas para hacer preguntas sobre vacunas, pruebas de detección de otras infecciones y salud sexual en general.

Ten presente que un año nuevo no implica transformarte de la noche a la mañana. Es mejor crear hábitos para que puedas mantener las acciones a largo plazo. Empieza por establecer metas pequeñas y alcanzables, ya que el autocuidado es un proceso continuo que debe adaptarse a tus necesidades.

Recuerda que si no has iniciado tu tratamiento antirretroviral o si lo suspendiste y quieres retomarlo, en AHF México podemos ayudarte. Solo acércate a alguno de nuestros centros o escríbenos por Whatsapp y conoce todos nuestros servicios.

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