En una relación sexual, el uso del condón es la mejor estrategia para cuidar la salud de ambas personas. Sin embargo, no todas las personas están siempre dispuestas a utilizarlo, y podrías encontrarte con ese incómodo momento en el que tu pareja te dice que mejor lo dejen a un lado.
Tú insistes porque quieres tener la tranquilidad de la protección, pero tu pareja empieza a lanzar mil pretextos para no ceder. Ante este panorama, más vale tener respuestas claras y respetuosas que refuercen tu postura, pero sin generar conflictos innecesarios.
A continuación te damos estrategias efectivas para comunicar tu punto y garantizar que el condón sea parte de tus encuentros sexuales.
Muestra firmeza y seguridad
Si tu pareja pone excusas para no usar condón, es importante dejar clara tu posición a favor de la prevención. Para esto no es necesario discutir, ni tampoco justificar en exceso tu decisión. Puedes usar frases directas que refuercen la importancia del condón para ti y para la relación, por ejemplo:
- “Para mí es importante cuidarnos a ambos, el condón me da la seguridad de disfrutar sin preocupaciones.”
- “No se trata de desconfianza, sino de mantenernos protegidos y responsables.”
- “Me gustaría que ambos estemos tranquilos y seguros, por eso prefiero usarlo.”
Usar estos argumentos con un tono calmado seguro ayudará a evitar malentendidos y dejará claro que, para ti, el condón no es opcional. Si tu pareja insiste en no usarlo, pregúntate si realmente está respetando tus decisiones y pensando en tu bienestar.
Argumentos sólidos para defender el condón
Son bastante conocidas las diversas excusas para evitar el uso del condón. Conocer estos argumentos de antemano te permitirá responder con confianza y seguridad. Si tu pareja comienza a poner pretextos, puedes responder cada uno de ellos:
Pretexto: “No se siente igual con condón”.
Respuesta: “Hoy en día hay condones ultrafinos que apenas si se sienten. Además, la tranquilidad de estar protegidos hace que el placer sea mayor”.
Pretexto: “Yo estoy sano/a, no tengo nada”.
Respuesta: “Muchas infecciones de transmisión sexual no provocan síntomas. Usar condón es la mejor forma de cuidarnos.”
Pretexto: “Si me amaras, confiarías en mí”.
Respuesta: “No es cuestión de confianza, sino de responsabilidad. Usarlo demuestra que nos cuidamos mutuamente”.
Pretexto: “No tengo un condón a la mano”.
Respuesta: “No hay problema, yo tengo. Así ambos disfrutamos con protección”.
Como puedes ver, rebatir estos argumentos sin entrar en conflicto refuerza tu postura y demuestra que el uso del condón es una decisión responsable y no negociable.
Marca tus límites
Tu salud y seguridad son prioridad. Si, a pesar de tus explicaciones y argumentos, tu pareja continúa presionándote para no usar condón, es momento de preguntarte si esa persona realmente respeta tus decisiones. Es momento de ser firme, así que para establecer tus límites, puedes decir:
- “Si no usamos condón, no vamos a tener relaciones”.
- “Prefiero esperar hasta que podamos hacerlo con protección”.
- “Si realmente me respetas, entenderás que esto es importante para mí”.
No tengas miedo de mantenerte en tu decisión. Ceder ante la presión puede ponerte en riesgo de infecciones de transmisión sexual y también puede traer un mal momento, ya que no disfrutarás plenamente de tu sexualidad.
Considera que defender el uso del condón no es un capricho, es un acto de amor propio y de responsabilidad mutua. No te sientas culpable ni permitas que te hagan dudar de tu elección. Comunicar tu postura de manera firme, rebatir excusas y establecer límites claros son estrategias efectivas para garantizar que tu vida sexual sea segura y satisfactoria.
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